Las diferencias entre hombres y mujeres apenas se notan a la hora de acceder a empresas públicas o privadas. Los porcentajes por géneros se mantienen hasta los niveles intermedios, pero algo se corta cuando llega el momento de la verdad: asumir puestos de mayor relevancia. El eterno problema para la mujer es la conciliación entre la vida profesional y familiar.

Así lo pusieron de relieve ayer en el Club Prensa Asturiana de La Nueva España las dos mujeres que protagonizaron el coloquio organizado con motivo del Día Internacional de la Mujer, cuyo lema de este año para la ONU es «Invertir en las mujeres, acelerar el progreso».María Fernández, Delegada institucional del CSIC en Asturias y directora del Instituto de Productos Lácteos (IPLA-CSIC), y la química y profesora Nuria Blanco, coordinadora de Innovación en el Centro Integrado de Formación Profesional Cerdeño, de referencia en el ámbito de la familia profesional de Sanidad, coincidieron en destacar que la cuestión no es tanto iniciar una carrera laboral como llegar a lo más alto y acceder a los cargos de dirección.

 

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