Se celebra el jueves 11 de febrero, pero para ellas, el Día Mundial de la Mujer y la Niña en la Ciencia lo recuerdan cada jornada en sus laboratorios. No renunciaron a sus sueños: trabajaron y los cumplieron
Cuando hablan de sus inicios, todas hablan de la infancia. Son científicas, las once, cada una con su historia, con su lucha, con sus logros y con sus fracasos, pero con un sueño compartido que tuvieron de niñas de convertirse en lo que son. Entonces, cuando su futuro solo era una fantasía, no conocían a lo que se enfrentaban por ser mujeres, pero ahora saben que, para llegar a donde están, tuvieron que apartar muchas, muchísimas, piedras del camino. Ninguna se arrepiente de haberlo hecho porque dicen que la suya es «la profesión más bonita del mundo» y ese convencimiento borra lo que un día fueron enfados, rabia, disgustos. Ahora celebran el Día de la Mujer y la Niña en la Ciencia (este jueves) con el orgullo de ser parte del cambio y con el agradecimiento a las que ya no están, pero les abrieron camino cuando todo eran obstáculos.
