Personal investigador de la Universidad de Oviedo y del Centro de Investigación en Nanomateriales y Nanotecnología (CINN-CSIC) de El Entrego ha descubierto un método eficaz para controlar la frecuencia de luz confinada en la escala nanométrica, es decir, unas cien veces más pequeña que el grosor de un cabello humano.
El hallazgo, publicado en la revista Nature Materials, permitirá avanzar en el desarrollo de tecnologías fotónicas compactas, como sensores biológicos de alta sensibilidad o tecnologías de la información y la comunicación en la nanoescala, según ha informado la Universidad de Oviedo a través de una nota de prensa.
La llamada nanoluz ha tenido un desarrollo considerable en los últimos años, gracias al descubrimiento de nanomateriales estructurados en láminas, tales como el grafeno, el nitruro de boro o el trióxido de molibdeno (los llamados materiales de van der Waals).
Según la institución asturiana, el descubrimiento de la Universidad de Oviedo y el CINN-CSIC contribuye a resolver uno de los principales inconvenientes para las aplicaciones tecnológicas de la mencionada nanoluz: el hecho de que sólo pueden existir en unos rangos limitados de frecuencia característicos de cada material.
