El Instituto de Productos Lácteos estará a pleno rendimiento en 2023 en unas instalaciones «cinco veces mayores que en Villaviciosa»

La capital del Principado también lo es del sector biosanitario en la región. A falta aún de un parque tecnológico a la altura del potencial, la zona baja de la ciudad en torno al Hospital continúa consolidándose como el principal polo investigador a este lado del mapa gracias a las sinergias entre la Finba, el HUCA o el ISPA. A estos se sumará en un año el nuevo Instituto de Productos Lácteos de Asturias (IPLA), cuando culmine su traslado a Oviedo desde Villaviciosa con la construcción del nuevo edificio en una parcela de 51.970 metros cuadrados del Instituto del Carbono (Incar). «Estamos viendo crecer las obras y según el calendario previsto, es algo que nos llena de ilusión», celebra la directora del IPLA y delegada del CSIC en Asturias, María Fernández.

La nueva sede ya ha comenzado a tomar forma. Los trabajadores de la adjudicataria del contrato de obras, valoradas en 9,5 millones de euros, terminarán el montaje de la estructura en apenas un mes. Tras ello, se pondrán manos a la obra con la cubierta y los cerramientos. Todavía sin sobresaltos, la intención del Principado es la de finalizar los trabajos el próximo junio y que empiece a funcionar en las primeras semanas de 2023. «Nos aporta esa perspectiva de futuro de ir a ocupar unas instalaciones casi cinco veces mayores que las actuales y más adecuadas», explica Fernández.

Un edificio de 5.000 metros con planta rectangular de 80 metros de largo por 25 de ancho y un diseño funcional, moderno y sencillo. Contará con un sótano para los servicios de apoyo, infraestructuras e instalaciones; una planta baja para las áreas de administración y dirección, articuladas a partir de un atrio iluminado de acceso principal ubicado al sur que conecta el porche cubierto con un vestíbulo. Así, en las plantas primera y segunda, donde estarán los laboratorios y los despachos, incluirá una banda central con espacios de uso compartido y dos patios cubiertos que tendrán luz natural a través de dos grandes lucernarios. Todo, cubierto de un resplandeciente cascarón con la última tecnología en eficiencia energética.

El pasado 11 de enero, el presidente del Principado, Adrián Barbón afirmó durante la colocación de la primera piedra de la obra: «El IPLA ha venido a convertirse en un pilar fundamental de la arquitectura científica del Principado». En ello se trabaja.

Noticia de «El Comercio»