La bióloga alerta de otros “saltos” de patógenos desde animales para alentar la investigación preventiva y cifra en un 70% la población que debería ser vacunada para “tener tranquilidad”
Cuando le dicen que “esto no se había visto nunca”, Ester Lázaro se obliga a corregir. No es tan cierto. Otros seis coronavirus antes de éste dieron el salto de especies animales a humanos, “cuatro causaban enfermedades respiratorias leves, otros dos las provocaron graves sin llegar a la pandemia”, y sólo a la séptima se ha armado la mundial. El SARS-CoV-1, su “primo hermano”, daba síntomas muy contundentes en 2002 y por eso pudo ser controlado; el MERS de 2012 era más letal, pero se contagiaba poco… Sólo este nuevo coronavirus ha desatado la tormenta perfecta del contagio masivo, de los asintomáticos que propagan sin saberlo, de los transmisores inconscientes y la pandemia global. Lázaro, bióloga especialista en infecciones virales, investigadora del CSIC, ha encontrado una advertencia en la experiencia y se ha buscado una rendija por donde asomarse a mirar a un futuro sin pandemia en el que será importante aprender de la infravaloración del riesgo del pasado reciente y “prevenir”.
“Lo que ha pasado con este coronavirus puede volver a pasar con otros”, y a las pruebas se remite. Por eso urge a “monitorizar los virus en sus reservorios y hábitats naturales y a activar una vigilancia epidemiológica estricta detectar enfermedades inusuales que pueden estar causadas por nuevos virus. Conjugando todo esto y favoreciendo la investigación básica podremos controlar otros saltos de virus, conseguir que el virus no se adapte al organismo humano si esos trasvases se producen, o encontrar tratamientos y vacunas si pese a todo se aclimata…” La investigadora dejó ese mensaje al pasar ayer en formato telemático por la Semana de la Ciencia “Margarita Salas”, que organiza LA NUEVA ESPAÑA y patrocinan Química del Nalón, Bayer, Asturagua, Ieducae y el Instituto Oftalmológico Fernández-Vega.
