Adolfo Fernández, científico de 49 años, hijo de minero. Es el director del Centro de Investigación de Nanomateriales y Nanotecnología (CINN), ubicado en El Entrego. Acaba de explicar cuáles son las dimensiones del mundo que exploran los sesenta científicos integrados el centro. Adolfo nació y creció en un mundo donde, por imposición del monocultivo minero, todo se medía por toneladas, por montañas de carbón. Él, en cambio, trabaja en lo más pequeño, donde las cosas pierden su tamaño a ojos vista y suponemos que pesen nada. Dirige un centro que surge de la alianza del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), de la Universidad de Oviedo y del Principado de Asturias, y que está en un moderno edificio levantado en las antiguas instalaciones del Pozo Entrego, el primer pozo vertical que hubo en las Cuencas y el segundo de Asturias, después del abierto junto al mar en Arnao (Castrillón) en aquel lejano 1833. También la vida de Adolfo refleja ese cambio de época, entre la escombrera y el nanómetro.