“En España estamos bien a nivel científico, falta la transferencia del conocimiento a la industria”

Miguel Antonio Peña, científico del Instituto de Catálisis y Petroquímica del CSIC impartió ayer una conferencia en la jornada de la Cámara de Comercio de Gijón sobre la tecnología del hidrógeno, despertando el interés de directivos de varias industrias asturianas. Un panorama muy distinto al de “hace año y medio, cuando iba a dar charlas y te miraban como si fueras un friki”. Peña abogó porque las empresas se impliquen en el desarrollo de tecnología del hidrógeno española.

–¿Qué tipo de empresas pueden tener aquí una oportunidad?

–Empresas por ejemplo que hagan componentes para tuberías, que hagan separadores de líquido y gas y las que hagan intercambiadores de calor o sensores, entre otras muchas.

–La industria petroquímica y las refinerías son actualmente los principales consumidores de hidrógeno. ¿Qué me dice de la siderurgia a futuro?

–En la plataforma interna del CSIC en la que nos reunimos varios grupos de investigación que trabajamos en tecnologías del hidrógeno, hicimos una propuesta para producir hidrógeno verde para la siderurgia. En los contactos iniciales que hemos tenido para este proyecto, no había ninguna empresa asturiana propiamente dicha, pero seguro que está pensando en ello. Con las que estamos hablando son siderurgias de horno eléctrico.

–¿Llegará a ser rentable el hidrógeno de energías renovables?

–Los costes del hidrógeno verde en este momento andan por los 6 dólares el kilo. La previsión es que de aquí a 2030 baje a 2 o 3 dólares, pasando a ser más barato que el que se produce con gas natural. En España será más barato que en otros países por el sol.

–¿Va a bajar los costes de la energía el uso del hidrógeno?

–Lo que va a bajar los costes de la energía es el uso de energías renovables. El hidrógeno lo que hará es que el uso de las renovables sea masivo. Las energías renovables han bajado un montón durante los últimos diez años y van a seguir bajando, porque la tecnología todavía tiene mucho margen.

–¿Cómo está la investigación en España del hidrógeno?

–Desde un punto de vista científico está bastante bien; en casi el 4% de todas las publicaciones mundiales sobre tecnología del hidrógeno hay un autor español. Nos queda el que ese conocimiento llegue a la industria. Hay también que salvar el salto enorme que existe entre los centros que hacemos investigación científica y las industrias que hacen tecnología. Es un “gap” (brecha)_tan grande que muchas veces, cuando nos juntamos científicos e industriales, parece que hablamos idiomas diferentes.

–¿Qué fórmula aplicar para obtener más fondos europeos?

–No creo que se pueda hacer mucho, porque el reparto de los fondos de recuperación ya está acordado. Pero desde hace muchos años siempre se nos ha achacado a España que el coeficiente de retorno de los proyectos europeos era muy bajo. Sobre todo en hidrógeno. En los proyectos europeos que hemos tenido en nuestro grupo, por ejemplo, las empresas que participaban eran europeas, no había empresas españolas, porque nos era muy difícil convencerlas de que se aventuraran en un proyecto europeo de tecnología del hidrógeno.

–¿Las empresas españolas están cambiando el chip?

–Este último año parece que están cambiando bastante el chip y empiezan a pensar no solamente en estos fondos de recuperación, si no también en empezar a pedir proyectos europeos.

–¿A la fuerza ahorcan?

–Exactamente. Ahora que ha quedado muy claro que esto iba a llegar sí o sí, es cuando han empezado a funcionar. Vamos con retraso respecto a otros países; tenemos que ponernos la pilas, las pilas de combustible.

Noticia de La Nueva España