En Asturias, el Centro de Nanomateriales y Nanotecnología desarrolla superficies que eliminan la carga viral y nuevos tests moleculares.
Mientras la cobertura de pauta doble completa de vacunación va llegando en Asturias y en España a tasas superiores al 90% de la población mayor de 12 años, la investigación en el siguiente paso sigue a buen ritmo. La presidenta del Centro Superior de Investigaciones Científicas, la asturiana Rosa Menéndez, indicó ayer, en el curso de una jornada webinar organizada por el Instituto de Administración Pública Adolfo Posada las vías en las que el CSIC está actuando respecto a la pandemia.
Los seis aspectos en los que está focalizado el trabajo del CSIC respecto a la pandemia son, según expresó Rosa Menéndez, los siguientes: La prevención frente al contagio, los aspectos propios de la enfermedad, los métodos de contención, los tratamientos de la enfermedad, el impacto (social, político, económico, medioambiental y científico) y la divulgación, porque «es importante que se sepa lo que estamos haciendo, que la sociedad conozca que los dineros públicos se emplean de forma eficaz y para hacer frente a sus problemas».
Por supuesto, el CSIC mantiene la investigación sobre las vacunas, básicamente en tres líneas (la modificación genética para obtener virus atenuados, con el equipo de Luis Enjuanes e Isabel Sola; la modificación del virus que se empleó en la erradicación de la viruela, actuando sobre la proteína S, que es la que usa el virus para unirse a las células y que mediante este método queda inhabilitada, a cargo del equipo de Mariano Esteban y Juan Arriaza, y la utilización de antígenos, por el equipo de Vicente Larraga). Todas ellas se encuentran en fase preclínica y aunque ya hay vacunas comerciales, Rosa Menéndez anotó que, por ejemplo, «el equipo de Luis Enjuanes lleva más de veinte años trabajando con coronavirus y esto nos prepara no solo para hacer frente a la covid, sino a futuras pandemias».
Pero más allá de la necesaria prevención y contención del contagio, otra línea en la que todos los especialistas en virología del mundo están interesados es la de los tratamientos. Aquí, el CSIC se encuentra trabajando en dos líneas fundamentales, según relató Rosa Menéndez. Por una parte, los «antivirales de amplio espectro contra el actual SARS-CoV-2, así como contra los futuros brotes de coronavirus patógenos, cuyo desarrollo es una prioridad urgente, porque es imperativo que estén disponibles múltiples medicamentos para hacer frente a esta pandemia y a la futura. Cada vez serán más frecuentes epidemias causadas por virus».
Por otra, se está avanzando en la utilización de «anticuerpos neutralizantes, procedentes de pacientes de covid que se han recuperado de la enfermedad». En este sentido, el CSIC anota que el receptor celular humano que interactúa con la proteína S (‘spike’) del virus, cuando es recombinante (tras haber sufrido una infección de coronavirus) «reduce significativamente la entrada de virus, presumiblemente actuando como un señuelo para la unión, y se está investigando su uso para el bloqueo de entrada viral en pacientes con covid». También se investiga en fármacos no tanto dirigidos a curar directamente la infección vírica como a paliar algunos de sus efectos graves y de potenciales efectos letales. Así, se está estudiando «un conjunto de fármacos que actúan a nivel del sistema inmune, destinados a reducir la respuesta inflamatoria», una de las causas de letalidad de la covid.
Investigación en Asturias
Destacó Rosa Menéndez, por otra parte, los proyectos que en El Entrego está llevando a cabo el Centro de Investigación en Nanotecnología y Nanomateriales (CINN, en el que colaboran la Universidad de Oviedo y el Gobierno del Principado), que por una parte trabaja en la erradicación de la transmisión de la covid por contacto indirecto, mediante el desarrollo de superficies antimicrobianas, que eliminan los virus gracias a diversos aditivos inorgánicos. En este proyecto se está trabajando con antimicrobianos inorgánicos basados en vidrios y elementos vitrocristalinos con alto contenidos en óxido de calcio, óxido de zinc y también, o alternativamente, nanopartículas de plata o cobre.
Destacó la presidenta del CSIC que en el CINN también se están desarrollando «nuevos tests de detección rápida del coronavirus basados en balizas moleculares fluorescentes». Se trataría de un test alternativo que detecta especies de ARN del virus, simplificando los métodos que requiere el diagnóstico de la enfermedad actualmente. También en Asturias, el Instituto de Productos Lácteos (IPLA) «está desarrollando un proyecto para predecir los perfiles de niños con un mayor riesgo de complicación por la covid, demostrando que hay una relación directa entre la macrobiota intestinal y el sistema inmune y su respuesta».
El valor de la colaboración
Buena parte de la intervención de Rosa Menéndez se centró en poner en valor el valor de la colaboración entre instituciones, administraciones y Universidad. «La colaboración hizo posible la respuesta rápida», dijo la presidenta del CSIC, que destacó que a través de la Plataforma de Salud Global que se puso en marcha el 11 de marzo de 2020 (días antes de la declaración de la pandemia en España) han trabajado en conjunto «91 centros de investigación, con más de 120 proyectos y que por el momento han registrado unas 180 patentes». Por otra parte, y tras agradecer «la aportación económica inicial del Gobierno», quiso destacar que la pandemia también ha propiciado una «recuperación del mecenazgo», con donaciones privadas para favorecer la investigación «de alrededor de 13 millones de euros».