La investigadora pone el ejemplo de prevención y disciplina de los países asiáticos, “entrenados” en epidemias: “Ellos han llevado las medidas a rajatabla, Europa no”
Para terminar, Margarita del Val resumió todo lo dicho en una vacuna contra el recelo. “Hay algo que da más miedo que las vacunas y es no tenerlas”, proclamó repitiendo el lema de una campaña de Médicos sin Fronteras, pertinente en esta pandemia que ha inoculado también el virus de la desconfianza. En la segunda charla de la quinta Semana de la Ciencia “Margarita Salas”, que organiza LA NUEVA ESPAÑA, la bioquímica especialista en infecciones virales, reputada investigadora del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), venía de hacer una estudiada campaña de promoción de la vacunación cuya “población diana” es la aproximada cuarta parte de los españoles que en una reciente encuesta no respondió con toda seguridad que sí se vacunaría contra el coronavirus.
Ese problema de aprensión y escrúpulo que se propaga en paralelo a la pandemia queda retratado en los resultados del sondeo que la viróloga, ponente en la Semana de la Ciencia por vía telemática, proyectó en su pantalla compartida. Alertaba de que frente al noventa por ciento de la población china que sin dudas se vacunaría de inmediato hay un 74 por ciento de adeptos en España y un todavía más inquietante 59 en Francia. Menos en países con más desarrollo y formación. El combate contra la renuencia social que despierta el único remedio viable contra la transmisión de la pandemia tiene tres únicas soluciones a su vista: “información, información e información”.
