La ubicación en territorios afectados por el cierre del carbón puntuará | EDP proyecta una planta de electrólisis en Aboño de hasta 500 MW.
Los grandes proyectos de hidrógeno verde que se manejan en Asturias contarán con ventaja a la hora de captar fondos europeos para su ejecución. El Ministerio para la Transición Ecológica acaba de publicar los borradores para la concesión de las ayudas y entre los criterios de valoración se incluye el impacto en zonas de Transición Justa, que son aquellas afectadas directamente por los cierres de minas, centrales térmicas de carbón y plantas nucleares.
La mayoría de los proyectos de hidrógeno verde que se manejan en Asturias se ubican en esos territorios afectados con el fin del carbón y tendrán puntuación extra a la hora de competir por los fondos europeos con los proyectos de otras regiones como el País Vasco, donde hay iniciativas vinculadas al hidrógeno verde bastante avanzadas.
Entre los criterios que se tendrán en cuenta para el reparto de los fondos se incluyen las características técnicas de los proyectos (relevancia, nivel de madurez e innovación), el plan económico, la viabilidad, la posibilidad de hacer réplicas y externalidades como la generación de empleo, la capacitación de personal y el impacto en zonas de Transición Justa.
Dentro de esas últimas zonas se ubican los grandes proyectos de hidrógeno verde que lideran en Asturias empresas como EDP o Hunosa. Responsables de ambas empresas esbozaron ayer en Oviedo estos proyectos en la jornada “Hidrógeno, estrategia para un futuro sostenible”, coordinada por la delegación del CSIC en Asturias y la Cámara de Comercio de Oviedo.
Vanesa Hernández, ingeniera responsable de la línea de negocio de proyectos de hidrógeno de EDP Renovables, señaló que la multinacional avanza en los estudios de viabilidad para convertir la térmica de carbón de Aboño en un valle de hidrógeno para abastecer a la industria local y exportar a través del puerto de El Musel. “El proyecto será gemelo a los que se plantean para las centrales de Sines en Portugal y Los Barrios en Cádiz”, apuntó Vanesa Hernández, que destacó que en la mayoría de los proyectos de hidrógeno verde que se manejan en España los electrolizadores no superan los 20 megavatios (MW) de potencia, pero en el caso de Aboño se plantea un electrolizador de 100 MW con posibilidad de llevarlo hasta 500 MW. “Para alcanzar esos niveles precisamos del doble o el triple en capacidad de producción renovable. Lo bueno es que en Aboño ya tenemos terrenos, edificios, infraestructuras eléctricas y agua, y esto para montar una planta es tener mucho terreno ganado”, aseguró Vanesa Hernández, que también destacó la experiencia de EDP en renovables, la cercanía al puerto de El Musel y la concentración industrial alrededor de Aboño, con potenciales grandes consumidores de hidrógeno como materia prima o como combustible alternativo a los fósiles. “EDP está muy centrada en la cadena de valor del hidrógeno: en renovables, en la parte de electrólisis y en las infraestructuras para entregar el hidrógeno a los clientes, y para que esto salga adelante se necesitan a apoyos públicos”, afirmó Hernández. El almacenamiento del hidrógeno, convertido en amoniaco, para mejorar la flexibilidad de las centrales de ciclo combinado, y el desarrollo de electrolizadores “offshore” para evitar las perdidas en transporte son otras de las líneas que estudia EDP vinculadas al hidrógeno.
Hunosa también tiene abiertos varios frentes relacionados con este vector energético. Coordina la elaboración de la “Hoja de ruta para el despliegue de la industria del hidrógeno renovable en Asturias” y junto con Duro Felguera, Nortegas y Alsa trabaja en proyectos de generación, distribución y uso del hidrógeno. “Es un proyectos de integración de tecnologías”, destacó Yago Somoano, del departamento de Innovación de Hunosa, que apuntó, como ejemplo, que el calor de los electrolizadores se podrá aprovechar en los proyectos de calefacción urbana (“district heating”) o que el hidrógeno generado usando agua de mina y energía solar podría mezclarse (“blending”) en las redes de gas natural de Nortegas.
Bermúdez: “El hidrógeno no es la solución, es una pieza en el puzle de las emisiones cero”
“El hidrógeno no es la solución definitiva, es una pieza del puzle para alcanzar las emisiones cero”, destacó José Miguel Bermúdez, analista de tecnologías energéticas de la Agencia Internacional de la Energía (IEA) que se formó como ingeniero químico en la Universidad de Oviedo y que fue investigador de Instituto del Carbón (Incar). “A finales de esta década, allí donde haya buenos recursos renovables, el hidrógeno limpio puede ser competitivo en precios”, auguró el analista de la IEA, que no obstante señaló que “es necesario reforzar la innovación en toda la cadena de valor, pero sobre todo en los usos finales del hidrógeno verde, porque de lo contrario la demanda quedará bloqueada”.